PRAGA
¡Te recibimos con gran entusiasmo en Praga, la ciudad de las numerosas agujas, aunque te sorprenderá saber que sus torres son aún más abundantes! Desde el primer instante, te encontrarás totalmente cautivado. Dividida por el majestuoso río Moldava, esta ciudad se despliega en dos partes: una alberga el imponente Castillo, considerado el más grande del mundo, junto al pintoresco barrio de Malá Strana. Al cruzar al otro lado, nos topamos con la Ciudad Vieja, el histórico barrio judío y la moderna Ciudad Nueva. A pesar de que cada una de estas zonas tiene su propio encanto particular, una brilla por encima de las demás: la Ciudad Vieja. Pasear por sus calles medievales es como adentrarse en un cuento de hadas, con sus empedradas callejuelas, monasterios centenarios, majestuosas iglesias y elegantes palacios.
Este barrio histórico también es hogar de la impresionante Plaza del Ayuntamiento, donde el renombrado Reloj Astronómico no solo te dejará boquiabierto, sino que también tendrás la oportunidad de recorrer el icónico Puente de Carlos, una estructura peatonal rebosante de encanto. No debes pasar por alto explorar Josefov, el antiguo gueto judío, que alberga un conmovedor museo junto al cementerio y las históricas sinagogas de Maisel y Pinkas.
En un marcado contraste, la Ciudad Nueva, a pesar de sus más de setecientos años de historia, deslumbra con su ambiente moderno y vibrante. Aquí encontrarás la animada Plaza de Wenceslao, la majestuosa Ópera Estatal, una variedad de museos y, por supuesto, el intrigante y contemporáneo edificio conocido como la Casa Danzante. Por otro lado, no puedes perderte la oportunidad de explorar Malá Strana, un barrio que te invita a relajarte en sus acogedores cafés, descubrir museos fascinantes, maravillarte con la belleza de la iglesia de San Nicolás y ascender por la cuesta hasta el monte Petrín. Desde esta elevada posición, podrás deleitarte con vistas panorámicas impresionantes y explorar jardines en forma de laberinto que despiertan la curiosidad.