Conil de la Frontera es un bello pueblo marinero ubicado en la Costa de la Luz, en Cádiz.

Sus hermosas playas y acantilados convierten a esta población en un destino inolvidable para todo aquél que lo visita. Y no solo por su paisaje. La hospitalidad de los hoteles en Conil de la Frontera y la simpatía de sus habitantes harán que te sientas como en casa.

Su excelente clima, templado durante el invierno y soleado durante el verano, garantizan una estancia maravillosa vayas en la época que vayas. Y, cómo no, la variada y sabrosa gastronomía de esta población tampoco te dejarán indiferente. Para completar aún más la experiencia, no puedes irte sin descubrir un poco de su legado histórico a través de los monumentos y arquitectura de Conil y sus alrededores.

Las costas de Conil de la Frontera ofrecen al visitante dos tipos muy diferentes de playas. En el norte, las rocas más resistentes han sido expuestas a la fuerza del mar creando impresionantes acantilados y calas de ensueño. En cambio, en el sur, nos encontramos con playas de arena fina que, de tan amplias, parecen infinitas.

Son paisajes que no te puedes perder. Los tonos anaranjados de sus rocas y su arena se ven tan intensos durante el día como al atardecer, y disfrutar de la puesta de sol desde alguna de sus playas es un espectáculo que merece realmente la pena. Los hoteles en Conil de la Frontera no están en pleno litoral, sino que te aguardan un poco más al interior, para que puedas disfrutar de este paisaje de la forma más natural posible.

Después de un intenso día en la playa, qué mejor que darse un paseo por Conil. Sus calles y sus plazas, con ese estilo tan andaluz, te invitan a andar sin prisas y sentarte al fresco de algún patio a disfrutar del buen ambiente.

Si deseas ver edificios históricos, entonces no puedes perderte la Puerta de la Villa. Es un punto emblemático, ya que conformaba una de las cuatro puertas de entrada a la antigua villa amurallada. Hoy en día es el punto de acceso al casco antiguo de Conil.

Visitar la Iglesia de Nuestra Señora de las Virtudes también es muy recomendable, al igual que la Iglesia de la Misericordia y la Capilla del Espíritu Santo.

Por supuesto, hay que nombrar también las numerosas muestras de arquitectura militar, como las Torres Vigías, que se utilizaban durante la Edad Media para defender la población. Y es que esta zona de la frontera fue un lugar donde los combates eran bastante frecuentes.

Si visitas Conil de la Frontera en primavera, muy probablemente podrás ver la Almandraba, una técnica milenaria de pesca que aún hoy se utiliza para capturar el atún rojo que cada año cruza el Estrecho de Gibraltar. Sea como sea, visitar la Chanca es prácticamente obligatorio. En este recinto se elaboraba el atún, se conservaba y, al terminar la Almandraba, se usaba para guardar las barcas y el material de pesca.

Qué hacer en Conil de la Frontera

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