Hotel de 39 plantas situado a poca distancia a pie de la estación de metro de Canary Wharf, en el icónico distrito de negocios londinense y con fácil acceso a las principales atracciones turísticas. Dispone de un moderno restaurante, un bar y terraza en la planta ático con vistas panorámicas de 360 grados a Londres, 9 completas salas de reuniones, Wi-Fi gratuito, un gimnasio y una piscina, algo perfecto para viajes de placer o de negocios.
Se encuentra a poca distancia a pie del metro de Canary Wharf con fácil acceso a la ciudad, el O2 Arena y Greenwich. Con 8 salas de reuniones, WIFI gratis y piscina, este hotel es ideal para viajes de placer o de negocios.
Las habitaciones Novotel son espaciosas, adaptables y de diseño contemporáneo. El hotel dispone de 313 habitaciones para no fumadores de las que 32 habitaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida. Cunas disponibles a petición.
El Check-Inn empieza a las 15h.
Registro en línea, Wifi/acceso a Internet, Accesibilidad para personas con movilidad reducida, Piscina interior con calefacción, Gimnasio, Sauna, Hotel 100% para no fumadores, Aire acondicionado, Recepción abierta las 24 horas, Lavado en seco / planchado, Portero, Conserje, restaurante, bar, servicio de habitaciones, salas de reuniones, Área de internet (Macintosh) y Centro de negocios asistido.
Canary Wharf es un gran complejo de negocios de Londres, situado en la Isle of Dogs en el barrio londinense de Tower Hamlets. En Canary Wharf se encuentran los tres edificios más altos del Reino Unido: One Canada Square (también conocido como la torre de Canary Wharf) con 235,1 metros de altura y las torres de HSBC y Citigroup Centre, ambas de 199,5 metros de altura. Entre 1802 y 1980, la zona fue uno de los puertos más concurridos mundialmente, llegando a tener hasta 50.000 empleados. Canary Wharf toma su nombre a partir del comercio marítimo tan importante que tenía el Reino Unido con las Islas Canarias que eran un lugar estratégico en el siglo XVI. Durante la Segunda Guerra Mundial, el puerto fue bombardeado y casi todos los depósitos de mercancías fueron destruidos. Tras una breve recuperación en los años 1950, la industria portuaria comenzó a declinar, haciéndolo menos productivo que otros puertos fuera de la ciudad, como Felixstowe o Harwich, provocando el cierre del puerto. El proyecto de remodelación de la zona comenzó en 1981 con el gobierno de Margaret Thatcher