Esta residencia construida en 2009 es un edificio ultracontemporáneo diseñado por el arquitecto Macary y ofrece 112 suites de lujo completamente equipadas. En la planta baja se encuentra el vestíbulo, donde hay servicio de salida y recepción 24 horas, guardarropa y ascensor. Además, el hotel dispone de salón, servicio de lavandería, bar (brasserie/aperitivos) y una sala de desayunos. Se puede hacer uso de la conexión a Internet.
Este flamante hotel de estilo moderno tiene una ubicación ideal cerca del río Sena, en la ribera izquierda. Está muy bien comunicado por transporte público (metro, autobús y RER a poca distancia andando) y al centro de París se llega en tan solo 10 minutos. En las inmediaciones se puede encontrar una gran selección de restaurantes, bares, clubes, tiendas y locales de ocio. El aeropuerto de Orly dista aproximadamente 12 km de este hotel urbano y el aeropuerto de Charles de Gaulle está a unos 33 km, mientras que el aeropuerto de Beauvais-Tille queda a unos 87 km de distancia.
Cada habitación está completamente equipada con una pequeña cocina con nevera, horno microondas, cafetera/tetera y con cuarto de baño privado con ducha, bañera y secador de pelo. Otras de las comodidades incluidas son cama doble o dos camas individuales o de sofa cama, teléfono de línea directa, TV vía satélite, radio, conexión a Internet, caja fuerte, lavadora, set de plancha, aire acondicionado regulable y calefacción. También cuentan con balcón o terraza particular donde relajarse.
Cada mañana se sirve desayuno de bufet.
Se aceptan las tarjetas American Express, MasterCard y VISA.
En su centro se alza la colonne de Juillet, coronada por el famoso Génie de la Liberté, que conmemora la revolución de 1830. Pero la plaza es muy conocida por otra revolución: la de 1789. En esta época, el lugar estaba ocupado por la prisión de la Bastille, símbolo del poder absoluto del Ancien Régime. De esta prisión, destruida después de la Revolución Francesa, no queda nada. Hoy en día, la plaza sirve de marco para grandes eventos populares – conciertos, ferias, marchas ciudadanas – y de punto de encuentro ineludible para los noctámbulos que frecuentan los bares y restaurantes de los alrededores, sobre todo los de la rue de la Roquette.