Ubicada en Anghbalou, a 47 km al sureste de Marrakech, esta encantadora propiedad es el punto de partida perfecto para los viajeros independientes y los amantes de la naturaleza. Rodeados por los impresionantes paisajes montañosos del Valle de Ourika y del Atlas, los huéspedes se alojarán en cómodas habitaciones de diseño tradicional con vistas al río o al jardín y con un patio o una terraza. También hay espléndidas instalaciones para barbacoas y un exuberante jardín en el que relajarse. Los viajeros podrán saborear la cocina tradicional marroquí en el renombrado restaurante de la propiedad. Los alrededores son perfectos para dar paseos, montar en bicicleta, hacer turismo y practicar deportes de aventura. Además, los excursionistas podrán llegar fácilmente a Marrakech para disfrutar de toda su oferta cultural, de ocio o de compras, ya que solo se tarda una hora en coche o en tren.