Este encantador y lujoso hotel, que fue antiguamente la casa del Conde de Villanueva, Claudio Martínez de Pinillos, fascina a sus visitantes por su sobriedad e intimismo. Su ambiente familiar, su fresco patio interior, sus espaciosos corredores y sus hermosos vitrales, se confabulan para crear un todo de auténtica belleza colonial, en perfecta armonía con el confort más moderno. Exclusivamente concebido para los amantes del tabaco, cuenta con acogedoras habitaciones, con nombres de famosas plantaciones de tabaco de Cuba. En este hotel podrá degustar los puros de las mejores marcas. Con un servicio personalizado, la familia anfitriona le dará la bienvenida a este sitio apacible por excelencia. El hotel, construido en el 1712, tiene un total de 9 habitaciones, 2 de ellas suites junior y 1 Suite, que se distribuyen en 2 plantas. En el hall de entrada hay un área de recepción abierta las 24 horas, con servicio de caja fuerte y un guardarropa. Además, tiene a su disposición una cafetería, un bar, un restaurante, comedor, sala de conferencias, conexión a Internet, con cargo extra, servicio de habitaciones y de lavandería y un aparcamiento (con cargo extra)
Este hotel se encuentra en el corazón de La Havana Vieja. A 2 minutos andando se encuentra la estación central. La Plaza de San Francisco y el Museo del Chocolate están a 100 m y a 200 m está la Plaza Vieja. La playa está a 30 minutos en coche.
El hotel tiene 6 habitaciones estándar, 3 con cama de matrimonio, 3 con cama doble y 6 habitaciones dobles que se pueden adaptar a una triple. Las habitaciones disponen de cuarto de baño con secador de pelo, teléfono de línea directa y TV vía satélite. También están equipadas con minibar, aire acondicionado individual, caja fuerte de alquiler y balcón o terraza.
Por las mañanas se ofrece desayuno. Tanto al mediodía como a la hora de cenar, puede elegir a la carta, y a la hora de la comida puede pedir también un menú. Podrá realizar la reserva en régimen de media pensión.
Se aceptan Visa y MasterCard.
Lugar de paso obligatorio en cualquier visita que se haga a Cuba. Se podrán degustar los mejores mojitos del mundo y si puedes aprovecha para comer en un restaurante típico cubano. Sus más de 70 años de antigüedad hacen de este sitio un rincón con mucho encanto imposible de olvidar.