Este encantador hotel, construido en 1890 y restaurado en el 2005, dispone de cuatro plantas en las que se reparten un total de 34 habitaciones. El edificio está totalmente climatizado y tiene un hall de entrada con ascensores y un área de recepción abierta las 24 horas del día, donde se le ofrece servicio de caja fuerte. En cuanto a instalaciones culinarias, cuenta con una cafetería y un restaurante climatizado. Entre otras instalaciones, hay un comedor para el desayuno. Tiene la posibilidad de utilizar la conexión a Internet. Para completar las prestaciones e instalaciones, se le ofrece servicio de lavandería.
Este hotel de negocios, situado en una tranquila calle del barrio de la Bastilla, está a solamente tres minutos del centro de al ciudad y cerca de la estación de ferrocarril de Gare de Lyon (a 2 km). En los alrededores podrá encontrar bares y restaurantes. A una distancia de 500 m está la Bastilla, Marais, la parada de metro y de autobús más cercana (Place Bastille) y una discoteca. Desde el hotel puede llegar sin ningún problema a los numerosos monumentos de París. Notre-Dame está a 5 km, los Campos Elíseos a 8 km y la Ópera Garnier a 7 km. Los aeropuertos de Charles de Gaulle y de Orly están situados a una distancia aproximada de 30 y 25 km respectivamente.
Las acogedoras habitaciones están dotadas de sistema de aire acondicionado regulable y un cuarto de baño. En todas puede encontrar plancha, tabla de planchar y una caja fuerte de alquiler. Además, están equipadas con teléfono de línea directa, conexión a Internet, televisión vía satélite o por cable y radio.
Se ofrece todas las mañanas desayuno en forma de bufet, para que así pueda servirse lo que quiera.
Se aceptan todas las tarjetas de crédito actuales, como American Express, Visa, Mastercard, Diners Club y JCB.
En su centro se alza la colonne de Juillet, coronada por el famoso Génie de la Liberté, que conmemora la revolución de 1830. Pero la plaza es muy conocida por otra revolución: la de 1789. En esta época, el lugar estaba ocupado por la prisión de la Bastille, símbolo del poder absoluto del Ancien Régime. De esta prisión, destruida después de la Revolución Francesa, no queda nada. Hoy en día, la plaza sirve de marco para grandes eventos populares – conciertos, ferias, marchas ciudadanas – y de punto de encuentro ineludible para los noctámbulos que frecuentan los bares y restaurantes de los alrededores, sobre todo los de la rue de la Roquette.