Este hotel urbano tiene un total de 365 habitaciones y 4 apartamentos con servicio extra. Su elegante bar con vistas al Támesis y a Canary Wharf, así como su terraza a la orilla del río, abierta en verano, le invitan a pasar momentos de relax. En el moderno restaurante con terraza al río podrá disfrutar de una amplia oferta de delicados platos. Para los que viajan por negocios, dispone de 26 salas de reuniones con capacidad para más de 350 personas. Además, podrá utilizar el bien equipado centro de salud LivingWell.
Este confortable y agradable hotel está situado a unos 20 minutos del centro de Londres, donde podrá encontrar una gran cantidad de comercios y lugares de entretenimiento. El hotel le ofrece servicio de traslado gratuito a la estación de metro Canada Water. Desde allí podrá llegar cómodamente a su objetivo con la línea Jubilee. El aeropuerto London-City está a unos 25 minutos de viaje.
Le esperan habitaciones luminosas, algunas con vistas al Támesis, equipadas con secador de pelo, TV, set de plancha y cafetera/tetera.
Por la mañana podrá degustar la amplia oferta del desayuno en forma de bufet. Se pueden encargar con antelación necesidades dietéticas especiales.
Se aceptan las siguientes tarjetas de crédito: American Express, Visa, Mastercard y Diners Club.
Hay servicio de transporte gratuito a la estación de metro de Canada Water cada 15 minutos, comenzando a y 5 minutos de cada hora. También se puede acceder al hotel por su muelle propio, en el ferry de Canary Wharf sobre el Támesis.
Canary Wharf es un gran complejo de negocios de Londres, situado en la Isle of Dogs en el barrio londinense de Tower Hamlets. En Canary Wharf se encuentran los tres edificios más altos del Reino Unido: One Canada Square (también conocido como la torre de Canary Wharf) con 235,1 metros de altura y las torres de HSBC y Citigroup Centre, ambas de 199,5 metros de altura. Entre 1802 y 1980, la zona fue uno de los puertos más concurridos mundialmente, llegando a tener hasta 50.000 empleados. Canary Wharf toma su nombre a partir del comercio marítimo tan importante que tenía el Reino Unido con las Islas Canarias que eran un lugar estratégico en el siglo XVI. Durante la Segunda Guerra Mundial, el puerto fue bombardeado y casi todos los depósitos de mercancías fueron destruidos. Tras una breve recuperación en los años 1950, la industria portuaria comenzó a declinar, haciéndolo menos productivo que otros puertos fuera de la ciudad, como Felixstowe o Harwich, provocando el cierre del puerto. El proyecto de remodelación de la zona comenzó en 1981 con el gobierno de Margaret Thatcher