Este moderno establecimiento fue recientemente renovado por completo y está equipado con un mobiliario contemporáneo y elegante. Cuenta con 29 habitaciones modernas y diseñadas de forma personal, con un telón de fondo blanco y efectos de luz que crean el estado de ánimo perfecto para una estancia excelente. Las instalaciones a disposición de los huéspedes en este hotel urbano climatizado incluyen recepción 24 horas, ascensor, sala de desayunos y conexión a Internet.
El hotel cuenta con una ubicación atractiva en París, en una calle tranquila cerca del Palais de la Femme y a un paso de la plaza de la Bastilla. Los huéspedes pueden salir a dar un paseo y disfrutar de este antiguo barrio histórico parisino, con la plaza de los Vosgos, la catedral de Notre Dame y la Ópera de la Bastilla. También hay numerosos bares, restaurantes, teatros y boutiques de moda en los alrededores. La estación Gare de Lyon y la zona de Bercy quedan a pocas estaciones de metro del hotel. El aeropuerto de Orly está a unos 16 km, mientras que el aeropuerto Charles de Gaulle se encuentra a unos 26 km del hotel.
Cada habitación está diseñada con un nivel muy alto de confort. Las comodidades incluyen aire acondicionado regulable, TV de pantalla plana con canales vía satélite, teléfono de línea directa, conexión a Internet y cama doble. Las habitaciones también tienen cuarto de baño con bañera, ducha y secador de pelo.
El desayuno en forma de bufet se sirve en un lugar particularmente atractivo.
El hotel acepta American Express y MasterCard como formas de pago.
En su centro se alza la colonne de Juillet, coronada por el famoso Génie de la Liberté, que conmemora la revolución de 1830. Pero la plaza es muy conocida por otra revolución: la de 1789. En esta época, el lugar estaba ocupado por la prisión de la Bastille, símbolo del poder absoluto del Ancien Régime. De esta prisión, destruida después de la Revolución Francesa, no queda nada. Hoy en día, la plaza sirve de marco para grandes eventos populares – conciertos, ferias, marchas ciudadanas – y de punto de encuentro ineludible para los noctámbulos que frecuentan los bares y restaurantes de los alrededores, sobre todo los de la rue de la Roquette.