Este hotel rural es un refugio de tranquilidad y descanso. Cuenta con un edificio principal, una antigua finca agrícola, y otra ala con construcciones típicas de la región del Alentejo. El primero cuenta con una vieja bodega restaurada, donde se sirven almuerzos y cenas. Ofrece además un jardín romántico, una piscina, barbacoa, bar y restaurante.
El establecimiento está ubicado en la aldea de Arcos, muy cerca de Estremoz, la ciudad blanca rodeada de murallas, conocida por la profusión de canteras de mármol.
Dispone de 11 habitaciones confortables, equipadas con aire acondicionado, TV y minibar; algunas de ellas situadas en el jardín, junto a la piscina. WiFi disponible en algunas zonas.